Escuela de Artes Plásticas

ÓLEO

La técnica al óleo se desarrolla a partir de una imagen plástica que se argumenta progresivamente desde una impresión básica que recoja las cualidades de la imagen que queremos desarrollar. Esto se denomina mancha, y en esta deben de quedar representados todos los aspectos fundamentales de la imagen.

Una vez realizada la mancha satisfactoriamente, la cual habrá de realizarse del modo más magro posible; se tiene en cuenta que el material se presenta en forma de masa aglutinada con medios grasos. Debemos realizar las primeras fases del trabajo restando grasa y aceite diluyendo en esencia de trementina rectificada preferiblemente, pudiendo utilizar otros disolventes como aguarrás o símiles industriales.

También se usan diluyentes como el médium, un compuesto de mezclas o emulsiones que recogen propiedades diversas como la inclusión de cera, resinas o aceites retardantes o acelerantes del secado. Nunca se deben usar aceites de linaza recocidos, o intentar secar con aire o calor.

Hay que tener cuidado con el concepto del secado, porque el óleo como material y por su composición al aceite, no es secativo, es decir no se evapora, fragua. Por tanto, conserva su masa, espesura y densidad inicial. Esta es una de las principales cualidades del óleo junto con un tiempo de fraguado pertinente para la rectifcación de las áreas o morfología de nuestra pintura, además de la brillantez del color por estar ocluido el pigmento en una emulsión potenciadora del tono, matiz y saturación.

Está diseñado en principio para la elaboración de un trabajo de fases o capas; contando con la presencia de la luz real como parte activa de la imagen por la incidencia de esta sobre cada una de las capas y devuelta a la vista del espectador subordinada por el efecto de filtro que ejerce sobre la luz natural cada capa y por sus cualidades concretas; transparencia u opacidad, esto se denomina veladura, la cual subordina también a la capa magra o base que la antecede o soporta.

De este modo y mediante valoraciones progresivas, de acento del color y discurrir del tono o el claro oscuro conseguimos acabar la imagen y siempre teniendo en cuenta la inclusión de un porcentaje mayor de aceites o medios grasos pertinentes en cada capa.

La constitución o formalización del estilo es un asunto ajeno a la técnica y depende de las preferencias y refinamiento de estas en el logro de la transmisión del gusto, lectura y equilibrio de las cualidades y estudio y desarrollo de la imagen.

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